Cómo proteger tu empresa y además fomentar su competitividad y crecimiento

¿Qué es la digitalización?, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. ¿Qué es digitalización? ¿Y tú me lo preguntas? La digitalización… eres tú.

Y es que en los tiempos que corren rara (o ninguna) es la empresa que no dispone de herramientas digitales. Y esto, como todo, conlleva riesgos.

Ya hemos hablado de la importancia de la ciberseguridad para las empresas porque les permite garantizar la continuidad de su actividad, la confianza de sus clientes, la reputación de su marca y el cumplimiento de las normativas legales.

Pero hay más.

En este artículo hablaremos de la ciberseguridad como factor de competitividad y de innovación, ya que permite a las empresas aprovechar las oportunidades que ofrece la digitalización, como el teletrabajo, el internet de las cosas, la inteligencia artificial o el cloud computing, sin poner en riesgo su seguridad.

En primer lugar hablaremos de los retos que supone tener una empresa digitalizada.

¿Qué tendencias y retos se presentan en la ciberseguridad para las empresas?

  • El aumento del teletrabajo y el uso de la nube: La pandemia de la Covid-19 impulsó el trabajo desde casa y el acceso remoto a los recursos de la empresa, y es una tendencia que parece haber venido para quedarse. Esto implica una mayor exposición a los ciberataques. Las empresas deben garantizar un acceso seguro a la información y a las aplicaciones, así como una gestión eficiente de los dispositivos y las identidades de los usuarios.
  • El famoso (o infame, según quien) IoT: El internet de las cosas (IoT) consiste en la conexión de dispositivos inteligentes que pueden intercambiar datos entre sí y con internet. El IoT ofrece múltiples beneficios para las empresas, como la optimización de procesos, la mejora de la experiencia de cliente o la generación de nuevos modelos de negocio. Sin embargo, también implica una mayor superficie de ataque, ya que muchos de estos dispositivos no cuentan con medidas de seguridad adecuadas o no se actualizan con frecuencia. Las empresas deben asegurar la protección de los datos que se generan y se almacenan en la nube, así como la monitorización y la gestión de los dispositivos conectados.
  • El auge del ransomware y el phishing: El ransomware es un tipo de malware que cifra los datos de la víctima y pide un rescate para liberarlos. El phishing es una técnica de engaño que busca obtener información confidencial o credenciales de acceso mediante correos electrónicos o mensajes falsos que simulan ser de entidades legítimas. Ambos tipos de ataques han aumentado en frecuencia y sofisticación en los últimos años, causando pérdidas económicas y de reputación a las empresas. Las empresas deben contar con sistemas de copia de seguridad, de detección y de respuesta a los incidentes, así como con una concienciación y una formación de los empleados para evitar caer en estas trampas.
  • La falta de formación continua: La ciberseguridad es un campo en constante evolución, que requiere de profesionales cualificados y actualizados. Las empresas deben apostar por la formación continua de sus equipos.

¿Qué puede hacer mi empresa frente a los ciberataques?

Frente a los ciberataques, las empresas deben adoptar una estrategia integral y proactiva, que incluya los siguientes aspectos:

  • Evaluación de los riesgos y la gestión de la ciberseguridad: Las empresas deben identificar y analizar los riesgos a los que se enfrentan, teniendo en cuenta el contexto, los objetivos y las necesidades de su negocio. A partir de ahí, deben definir e implementar un plan de acción que contemple las medidas de prevención, detección, respuesta y recuperación ante los incidentes, así como los recursos y las responsabilidades asignadas. La gestión de la ciberseguridad debe ser un proceso continuo, que se revise y se actualice periódicamente.
  • La inversión en tecnología y en innovación: Las empresas deben contar con las herramientas y las soluciones tecnológicas adecuadas para proteger sus sistemas, sus dispositivos y sus datos. Estas herramientas deben ser eficaces, escalables y flexibles, para adaptarse a las necesidades y a los cambios de la empresa. Además, las empresas deben estar atentas a las innovaciones y a las tendencias que surjan en el ámbito de la ciberseguridad, como la inteligencia artificial, el blockchain o la biometría, y aprovechar las oportunidades que ofrezcan para mejorar su seguridad.
  • La concienciación y la formación de los empleados: Los empleados son el eslabón más débil e importante de la cadena de seguridad, ya que pueden ser el origen o el objetivo de los ciberataques. Por ello, las empresas deben sensibilizar y formar a sus empleados sobre la importancia de la ciberseguridad, las buenas prácticas y los protocolos a seguir, así como los riesgos y las consecuencias de no hacerlo. La concienciación y la formación deben ser constantes, personalizadas y adaptadas al perfil y al rol de cada empleado.

Teniendo todo esto en cuenta, deducimos que una empresa tiene que ser capaz de afrontar los desafíos pero también aprovechar las oportunidades que plantea la digitalización.

La ciberseguridad no es solo una cuestión técnica, sino también estratégica, organizativa y cultural, que requiere el compromiso y la colaboración de todos los actores implicados.

Ser capaz de aprovechar todas las oportunidades que ofrece la digitalización sin convertirla en vulnerable puede ser el factor decisivo en el triunfo de tu negocio.