El almacenamiento y procesamiento de datos en la nube se ha convertido en una práctica común tanto para individuos como para empresas. La comodidad y la escalabilidad de la nube han transformado la forma en que interactuamos con la información, pero no está exenta de riesgos.

Pese a todo, también tiene sus riesgos y peligros. Aquí te compartimos algunos relacionados con la seguridad que acechan en el entorno de la nube y cómo las organizaciones y usuarios pueden mitigarlos.

– Accesos no autorizados y brechas de seguridad

Uno de los riesgos más evidentes en la nube es la posibilidad de que los datos almacenados sean accedidos por personas no autorizadas. Esto puede ocurrir debido a debilidades en la autenticación, contraseñas débiles o incluso a través de ataques dirigidos. Las brechas de seguridad pueden tener consecuencias devastadoras, incluido el robo de información confidencial, la pérdida de datos y la exposición de datos personales o empresariales sensibles.

– Pérdida de control y dependencia del proveedor

Al trasladar datos y aplicaciones a la nube, las organizaciones a menudo pierden cierto grado de control directo sobre su infraestructura. Esto puede generar preocupaciones sobre la dependencia del proveedor de servicios en la nube, así como la incapacidad para tomar decisiones sobre la seguridad de la infraestructura subyacente. Es fundamental que las organizaciones comprendan los términos del contrato con su proveedor y aseguren acuerdos de nivel de servicio (SLA) que incluyan medidas de seguridad adecuadas.

– Cumplimiento y regulación

La regulación de la seguridad de datos varía según la ubicación geográfica y la industria, lo que puede generar desafíos adicionales en la nube. Las organizaciones deben asegurarse de que sus prácticas de almacenamiento y procesamiento en la nube cumplan con los estándares y regulaciones aplicables. La no conformidad puede resultar en multas sustanciales y daños a la reputación.

– Ataques DDoS y rendimiento

Los ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS) pueden afectar gravemente la disponibilidad y el rendimiento de los servicios en la nube. Los ciberdelincuentes pueden sobrecargar los servidores de un proveedor de nube, lo que resulta en interrupciones en el servicio para los usuarios finales. La mitigación de DDoS es esencial para mantener la continuidad del negocio.

– Fallos en la nube y pérdida de datos

Incluso los proveedores de nube más grandes y confiables no están inmunes a fallos. Un error en la configuración o una interrupción en la infraestructura de la nube puede llevar a la pérdida temporal o permanente de datos. Las organizaciones deben implementar políticas de respaldo y recuperación sólidas para garantizar la disponibilidad de datos críticos.

Algunos de estos se observan en la reciente encuesta de IPM, a Ricoh Company sobre cómo las compañías españolas se plantean la adopción del Cloud en sus estrategias de digitalización, el 23% de las compañías cree que la mayor amenaza de seguridad en la nube proviene de la exposición externa de sus datos y el 17% considera que el peligro reside en los accesos no autorizados que puedan darse, seguidas de las que opinan que son los ciberataques organizados (14%), las amenazas por malware o ransomware (12%) o el haber desplegado la configuración de manera errónea (12%). De forma minoritaria, añaden el secuestro de cuentas y las interfaces inseguras, así como la pérdida de dispositivos electrónicos o los ataques de phishing e ingeniería social a los empleados.

El mismo informe de IPM destaca que tan solo el 6% de las organizaciones de nuestro país no tiene presencia en la nube. Y es que, además de las ventajas que provee la nube en cuando a productividad, modernización y agilidad, fomenta el que las empresas pongan más foco en la ciberseguridad como factor prioritario.

Pese a los riesgos que se consideran con respecto al Cloud, hasta el 48% admite que, habiendo adoptado la nube, el grado de seguridad es significativamente mayor que si solo dependiera de su infraestructura física.

En definitiva, la nube ofrece una serie de ventajas, pero no está exenta de riesgos de seguridad. Para aprovechar al máximo las soluciones en la nube, hay que ser conscientes de estos riesgos y tomar medidas proactivas para anularlos. Esto implica una planificación cuidadosa, la implementación de prácticas de seguridad sólidas y la colaboración con proveedores de nube confiables. La seguridad en la nube es un esfuerzo continuo que requiere atención constante para proteger la información valiosa y mantener la confianza en la tecnología de la nube.

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